La CS55 Racing Karting Academy ha cumplido con creces sus objetivos en el primer año de vida. Los más jóvenes del Campeonato han dado gran espectáculo en la pista y la última carrera, en Chiva, decidió que Leo Devahive fuese campeón. Pero, a estas edades, lo más importante no es el ganador, sino el aprendizaje y la diversión, y hubo grandes cantidades en ambos casos.
La CS55 Racing Karting Academy es una categoría de iniciación, auspiciada por Carlos Sainz, para ‘chavales’ que tienen entre 6 y 8 años. Para niños de esta edad, con escasa experiencia en el mundo de las carreras, esto no es sólo un empujón que los puede llevar al siguiente paso de su trayectoria, sino también una forma de parecerse a su ídolo, pues lucen los colores del madrileño en la indumentaria y los karts.
En este contexto, los participantes pelearían este año por ser el primer campeón de la historia de la categoría. Serían cuatro eventos, a doble carrera cada uno, y en la primera temporada se apuntaron 14 pilotos. Por supuesto, siempre con grandes dosis de actividad en pista: los viernes, cinco sesiones de entrenamientos libres; los sábados, entrenamientos cronometrados y mangas clasificatorias; los domingos, dos carreras.
Hubo espectáculo desde el inicio. Álvaro Alcoholado fue el primer ganador de la historia de la CS55 Racing Karting Academy, en Campillos, pero más adelante llegaron Leo Devahive, David Parra, Oliver Weytjens… y llegamos a la última ronda del Campeonato con Devahive en el liderato, aunque Weytjens estaba a sólo 2 puntos y los 5 primeros clasificados estaban separados por 24 puntos.
Y en la última ronda, cuando todo parecía decidido, llegó el gran aprendizaje para Weytjens. Después de haber ganado la primera carrera en el Kartódromo Internacional Lucas Guerrero, iba segundo en la última carrera y tenía el título en su mano, pero intentó pasar a Artur Konovalov en la última vuelta para terminar por todo lo alto… ¡y los karts se quedaron enganchados! Esto le entregó la victoria a Nahil Padovani y la segunda posición a un Leo Devahive que se proclamó campeón.
Más allá del campeón o los pilotos que han ganado carreras, hay que destacar ese aprendizaje que se han llevado los chavales a lo largo de las ocho carreras. Seguro que Oliver no olvidará ese final de Chiva y aprenderá de ello, pero hay más ejemplos, como la primera carrera del año, en la que Leo Devahive pudo ganar, pero se adelantó al piloto de la pole y recibió una sanción de tres segundos. Lo importante es que han demostrado su habilidad y ese aprendizaje quedará interiorizado como parte de su formación.
Y también hay que subrayar la diversión que se han llevado los niños. El ambiente en el paddock ha sido inmejorable durante el año (no era difícil verlos jugar entre ellos en cualquier momento), y eso también se veía reflejado en la pista, donde no ha habido grandes incidentes en las ocho carreras; también en los podios, donde todos recibían su medalla tras haber disfrutado de las carreras.
Compañerismo. Diversión. Aprendizaje. Carreras. En definitiva, objetivos cumplidos para la CS55 Racing Karting Academy.